Hay miles de chicos que actualmente pueden vivir su vida plenamente gracias a las sorprendentes habilidades de los perros: hay perros que han sido entrenados para detectar cambios en los niveles de azúcar en sangre, y otros que pueden ayudar a los chicos con capacidades diferentes, como el autismo y otros trastornos físicos y emocionales, donde el animal actúa de nexo entre el paciente y su terapeuta como lo explica un informe del Servicio de Zooterapia del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires: “Mediante el juego, un perro es capaz de lograr que el niño incorpore en su esquema al terapeuta, que no ha logrado ingresar por otros medios. Por su parte el animal se siente gratificado con el juego y ese es su estímulo para colaborar en la terapia.”
Se han entrenado canes para detectar cánceres difíciles de encontrar como tumores que por su escaso tamaño, los equipos de alta tecnología no detectaban.
Estudios científicos realizados en California y en Gran Bretaña, así como incontables historias de perros que narran cómo los animales detectaron problemas en sus dueños antes de que hubiera indicios de alguna enfermedad, sostienen que los perros poseen habilidades diagnósticas que la ciencia recién empieza a entender.
Se sabe que acariciarlos ayuda a bajar la presión arterial y hay estudios que prueban que los dueños de perros restablecen más rápido de enfermedades graves y tienen mayores índices de supervivencia tras un ataque al corazón.
Por eso no hace falta estar enfermo para que un perro apuntale la salud de su dueño a diario.-
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